30 septiembre, 2010

El baile de las Manta-Rayas

Buceando por la red hace muchísimo tiempo me encontré con el photostream de un matrimonio de buceadores, los Kozyndan; los conocí a través de su página web http://www.kozyndan.com/ , ya que entre sus muchas artes, son unos ilustradores de lo más curioso.

Pero no es de su arte como ilustradores de lo que quiero hablar ahora, si no de su arte como fotógrafos subacuáticos; hace muy poquito volví a entrar en su galería de FLICKR y me encontré con una asombrosa e increíble sorpresa:

Entre sus muchas otras fotografías -de diversa naturaleza… performances bajo el agua de la piscina, su vida cotidiana, etc.- encontré un álbum que colgaron a finales de agosto sobre sus vacaciones en las Maldivas, una serie de fotos impresionantes de unas manta-rayas que, sinceramente, a mi me dejaron sin aliento. 

All pictures below are © Kozyndan.





El álbum completo lo podréis encontrar *aquí*, es el correspondiente al día 20-Ago-2010; aunque el resto también se merece el invertir el tiempo en echarles un vistazo, como la imagen de las barracudas correspondiente al día 23. 

Otra imagen que también sobrecoge fue realizada por el fotógrafo naturista alemán Florian Schulz -web personal *aqui* y otros trabajos*aqui*-, el cual le hizo merecedor del premio “Fotógrafo Medioambiental del año 2010” -noticia *aquí*-, esta fue la foto que le hizo merecedor de dicho premio, titulada “El vuelo de las Manta-Rayas”.

© Florian Schulz.


Espero que disfrutéis tanto como yo de estas imágenes, próximamente escribiré acerca del fenómeno de las manta-rayas “Mobulas” del mar de Cortez en la Baja California, las cuales, inexplicablemente, tienen  la costumbre de saltar hasta un metro de altura por encima de la superficie del mar (como se puede apreciar, por ejemplo, en la imagen de Schulz). Cuando termine de documentarme bien acerca de este fenómeno, lo “posterare” ;-)

22 septiembre, 2010

Dos Ojos & The Pit - Una experiencia personal

Llevo ya un tiempo considerable dándole vueltas a este post en concreto… solo puedo decir que lleva ya más de un mes “gestándose” entre mi cabeza y mis dedos, pero al tratarse de una experiencia personal (no mía) el cual pienso que ha sido un regalo especial que una persona, sin conocerme, quiso compartir conmigo desinteresadamente -y que por respeto a su intimidad lo llamare por sus iniciales JA.M- considere que había que dedicarle el tiempo que realmente se merece… no unos simple 30 minutos para dejar una simple “entrada nueva”.

Todo comenzó a raíz de un antiguo post acerca del Blue Hole de Dahab que publique en mi blog principal, y que es ahora la entrada predecesora a este en El Azul Profundo. Se puso en contacto conmigo a través de mi correo comentándome su opinión acerca de dicho post y al mismo tiempo contarme brevemente que el mismo tuvo una increíble experiencia en otro hole en México; luego yo le pedí, si él quería, que me contara con detalle toda su experiencia pues había despertado mi interés.


Hoy hacemos referencia al cenote conocido como "The Pit", una de las más espectaculares cuevas que forma parte del sistema Dos Ojos que se halla en el Ejido Jacinto Pat, municipio de Tulum (Península del Yacatan). Dicha cueva llega a una profundidad de unos 40-45 metros de profundidad con un ángulo de descenso de 45 grados; del sistema de cuevas inundadas de Dos Ojos ya se han documentado hasta 182 cuevas con una longitud total de 808 kms (datos tomados el 11 de septiembre de 2009 por el QRSS) y otras 34 cuevas en superficie que cubren una longitud de 32 kms. Dos ojos está catalogado como uno de los 5 sistemas de cuevas subacuáticas más largo del mundo y fue descubierto en la década de 1890. Además de “The Pit”, Dos ojos contiene la cueva más profunda acreditada hasta la actualidad conocida como el Pasaje de Quintana Roo con 118 metros. El sistema está conectado con el mar abierto, aunque todavía en la actualidad no se ha podido descubrir dicha conexión.

Entrada principal



Otro de los elementos que hacen que esta cueva destaque, además de por su innegable sobrecogedora belleza, es que en su interior se pueden encontrar diversos restos entre ellos el esqueleto de un animal, la mandíbula y otros restos de un ser humano (a saber de qué época) y restos de una fogata que datan de la era glaciar.

Este es el relato de la experiencia de JA.M, enviado en dos partes:
Primer email:
Hace un par de años buceé otro Blue Hole, éste en Belize. No tenía muchas horas de inmersión entonces y probablemente tampoco ahora las tenga. Bajamos como en caída libre tras saltar de la boca de un embudo arenoso a escasa profundidad. Bajamos hasta 43 metros, a la altura de unas columnas extrañamente góticas por entre las que se podía deambular. El agua parecía aceite, había adquirido una extraña densidad conferida, creo, por el tiempo que parecía dilatarse enormemente. Allí uno se siente entrar en contacto con misterios profundos y las sensaciones físicas ceden a otras formas de percepción fascinantes. Se intuye lo infinito. Embriagado, brota una pulsión de dejarse llevar, de incoporarse al vacío, de descender a esa magnífica soledad donde toda angustia parece haber cedido. Dicen que el Blue Hole se muere gente, unos por accidente o por imprudencia; a otros solo se les para el corazón. Me pregunto si habrá quien haya cesado por elección.
Al regresar de aquel viaje escribí mi primer cuento.
J.A

Segundo email:
En aquel año de 2008, también hice algunos cenotes. Hay uno al que llaman el Pit -bautizo anglófono- cerca de Tulum, Quintana Roo, México. Me dijeron que yo sería la persona que hacía aproximadamente 200 que iba a bucear ahí abajo. 200 es una gran posición una vez agotada la posibilidad de ser el 1, pensé. Y le entré. Éramos 6 y 2 dive masters, que eran pareja: un buzo local expatriado del imbuceable Distrito Federal y una antropóloga francesa de tierra adentro, linda y parca. Yo no conocía demasiado a ninguno y en el grupo ostentaba el rol de underdog: mis escasas 3 decenas de inmersiones no se comparaban ni de lejos con el no menos de una centenar que tenía cualquiera de mis compañeros. Pero cierto respeto me había granjeado por 1) ser español -inexplicable punto-, 2) hablar poco y 3) sacar a mi buddy de un lío en una inmersión con fuerte corriente y poca visibilidad. Para entonces ya llevábamos 4 días buceando y amaba al grupo en la medida en que amaba las experiencias que iba sumando. Creo que era algo común a los demás. Encajábamos. Supongo que no queríamos que acabara nunca. La vida ya había quedado muy atrás y delante solo estaba el sueño.
Nos condujeron en 2 camionetas pick-up selva adentro. Llegamos a ningún sitio y descendimos. Caminamos un poco hasta un terraplén que ocultaba un azaroso y brutal agujero que contenía un laguito de agua oscura. El polen le daba un aspecto oleaginoso. Bajamos el equipo con unas cuerdas y saltamos. El agua estaba fresca y sabía como el agua debió de saber en el Génesis si se hubieran molestado en describirlo: a fluido vital.
El descenso fue muy acelerado. Me agité. Cuando logré controlar velocidad de bajada y regulé adecuadamente comencé a registrar dónde estaba. La claridad del medio era meridiana, de una transparencia primigenia. Hacia abajo solo veía la nada, hacia arriba, más esperanzador, podía contemplar la entrada. Sus perfiles se difuminaban en un estallido de la luz. Parecía una ameba blanquiazul, una visión lisérgica que se alejaba irremediablemente. Perdí foco, mis pupilas hacían vanos esfuerzos. Atravesábamos un halo clina y la sal me devolvió nociones de realidad y automatismos: buceo y agua marina. Continuamos descendiendo hacia una capa de niebla humeante, una visión de terror gótico: absurdo pero indudable. Creo recordar que se trataba de ácido sulfhídrico que brotaba de la descomposición de restos orgánicos.
Traspasada la barrera de los 40 metros de profundidad iniciamos el recorrido en fila. La antropóloga francesa abría el grupo, yo la secundaba. Ascendíamos por la pared de una cueva de unas proporciones gigantescas. Las estalactitas y estalagmitas alcanzaban el tamaño de viejos faros. Recuerdo un silencio profundo, algo inverosímil dado el gorjeo de la respiración. Y una paz infinita. Sentí como si hubiera llegado a una región fronteriza del mundo y me adentrara en el territorio de la ficción. Solo respondía por mis constantes vitales y por los automatismos del buceo, el resto de mi identidad había sido capturada por el asombro. Era hermoso.
Superamos varias rocas grandes como colinas cubiertas de polvo y rematadas por estalagmitas, salimos al abismo y recuperamos la guía de la pared de la cueva. Recorriéndola pude ver decenas de pasajes que conducían quién sabe a qué tripa de la Tierra o a qué palacio del alma o de la memoria; éstas últimas son más las dimensiones que yo transitaba.
Recorrimos un ángulo de la pared trazando una curva abierta a la vez que nos aproximábamos al techo. Me detuve un instante suspendido en el vacío total y giré sobre mí mismo desentendiéndome de los caprichos geológicos de pared y bóveda. Solo entonces tuve una clara perspectiva del lugar. Estábamos en una cavidad gigantesca, veinte o treinta veces el tamaño de una catedral o un de un palacio con una serie de ábsides repartidos sin concierto. En el fondo predominaban 2 o tres montes y donde posara la vista, estalactitas como torres. Mis compañeros nos seguían a cierta distancia, el último puede que estuviera a 50 metros. Formaban en fila y estaban trazando la curva de la pared. Tuve la clara impresión de que eran astronautas flotando suavemente en el espacio. Me invadió la euforia. Mi buddy, la dive máster antropóloga, llamó mi atención. ¿Todo ok? Sí, supongo que sí.
Más adelante vi que se asomaba a una cavidad en una cornisa de la pared, me invitó a mirar. Encendí mi lámpara y el haz me descubrió una desordenada colección de huesos humanos. Una calavera me miraba desde sus vaciadas cuencas; una, pero había varias más, restos de los ancestros de los mayas yucatecos, que encontraron aquí el descanso ya fuera a causa de un oprobio, de una hazaña o de un inargumentable sacrificio. O no y quizás solo tropezaron en masa una noche sin luna. Estábamos ya cerca de la entrada y comprendí que esos huesos guardaban el regreso a la realidad. Nos recordaban que el lugar donde estábamos no era lugar para los vivos. La inmersión había sido solo una invitación que ya concluía: emergerás a superficie; volverás a tu mundo, el de los anhelos, las pasiones y las derrotas, y nos recordarás siempre aunque nosotros no te recordemos a ti. Lamenté marcharme, pero agradecí la vida devuelta. Hice unos minutos de parada de seguridad y salí del palacio a un agujero en la tierra roja.

 
"Lagos de mercurio"
Fluorescencias
Un "ojo de luz"
"Columnas" en el interior
Techo

Mandibula
Restos oseos
Restos de la "Fogata"

Espero que esta experiencia llegue tan hondo al lector como lo ha hecho conmigo y que disfrute tanto como yo. Y que cualquiera que quiera compartir su propia historia aqui, conmigo y con todos los navegantes de la red, estare encantada de leerle.

 Fuente de fotografías: www.aquacaves.com

12 septiembre, 2010

La pasión detras de la muerte - Blue Hole en Dahab


No son pocos los años dedicados al submarinismo, y no precisamente tampoco las horas que tengo acumuladas bajo el agua, pero aun a pesar de unas cuantas experiencias, personales y vistas, siempre queda algo por aprender… siempre…


Mi octogenario padre, ya muy mayor y sabio que en su tiempo también fue, aparte de Marino, una de las primeras personas que introdujo este deporte en España (y también víctima de un accidente hiperbárico) siempre decía “El mar tiene muy malas bromas, y generalmente sale ganando”…
Me encontraba esta semana recopilando información acerca de Audrey Mestre, campeona de apnea que también fino bajo el agua cuando trataba de conseguir un nuevo record, y me tope con lo que es conocido como “El cementerio de buceadores”.


 

Dicho lugar con tan desafortunado sobrenombre es un sifón subacuático que se halla en Egipto: el BLUE HOLE en DAHAB. Dicho lugar es básicamente una laguna coralina que está conectado con el mar abierto (mar rojo) a través de un arco de unos 26 metros de largo, cuyo techo esta a 52 metros y la base llega hasta los 120 (el fondo) que luego cae hasta un fondo de mas de 1000m; para acceder a dicho arco los submarinistas han de descender a una profundidad de casi 60 metros para poder encauzar el arco y luego ascender a superficie; pero debido a la forma y orientación, mucho buceadores se desorientan y siguen descendiendo hasta el fondo.



El mayor problema radica en ese punto, el descenso a los 60 metros, ya que a partir de los 50 metros  se corre un gran riesgo de sufrir narcosis por nitrógeno y además el oxigeno de la botella se vuelve toxico (hay que bajar pues con una mezcla especial de gases, con porcentajes modificados de nitrógeno, oxigeno y helio);  existe una “ley” en el mundo de los buceadores… la ley Martini que dice más o menos: “Por cada 15 metros de profundidad, el nitrógeno tiene el efecto intoxicante de un Martini”… así que no tenéis más que sumar para hacer un cálculo aproximado. Básicamente el buceador se “emborracha”, pierde la referencia y desciende hasta unos 100 metros donde, incapaz de saber siquiera la orientación para ascender, encuentra irremisiblemente la muerte.

Sobre el lecho marino del Blue Hole de Dahab, desde hace ya tres décadas, se pueden encontrar los restos y equipos de más de un centenar de cadáveres que aún permanecen ahí ya que las familias no podían costear el rescate. Las autoridades egipcias han admitido hasta la fecha unos 40 fallecimientos.

Uno de los casos más destacados es el del buceador ruso  Yuri Lipski, que en abril de 2000 se sumergió en el Blue Hole con una cámara integrada y grabó su propia muerte. El siguiente video muestra tanto el rescate por parte del equipo de salvamento egipcio como los últimos momentos grabados por Yuri donde se ve su rápida caída al fondo y muestra a la cámara la profundidad donde perdió la vida: 91,5 metros.

Aviso importante: las imágenes que se muestran a continuación pueden herir la sensibilidad debido a su naturaleza y crudeza.
Warning: some viewers might find these videos disturbing.




Lipski descendió hasta los 81 metros de profundidad, que es más del doble de profundidad recomendado para los buceadores deportivos (40 metros). A los 91,5 metros, el PPO2 (presion parcial de oxigeno
-Mas información-) de Lipski, el cual iba equipado con una unica botella (ni Twinset ni DecoTank) con solo aire comprimido, sin ningun tipo de mezcla, habria superado con creces el limite fisiológico del PPO2; por lo que los movimientos que se muestran al final de la grabación no serian sus intentos por retomar un ascenso a superficie, sino duras convulsiones del sistema nervioso por la toxicidad del oxigeno.


Este es el reportaje del rescate del cuerpo de Lipski


Este ultimo video grabado por Andrey Chistyakov, un instructor TDI afincado en Dahab, muestra el rescate del cuerpo de otra buceadora, Barbara Dillinger, hallada a 112 metros de profundidad.



La reflexion es... que se puede disfrutar del submarinismo, pero siempre desde el respeto al mar y siendo muy, muy consciente de las capacidades y limitaciones de uno mismo.





N del A. - Este post esta tomado de su ubicación original en mi Blog principal Douce Nathalie 

06 septiembre, 2010

El Aladin Pro y su bateria

Muchos sabrán que este ha sido, con mucha diferencia, uno de los mejores ordenadores de buceo fabricados. Hoy por hoy este es y seguirá siendo mi ordenador de uso...

Aladin Pro (mod. antiguo)


La única desventaja que tiene este aparato es que tiene la -muy, pero que muy- mala costumbre de que cuando su batería esta al 70 u 80% tiende a morir rápidamente -así que llamémoslo mejor su "particular 20 o 10%"- entonces, ¿que es lo que nos queda? pagar los aproximados 90 euros que te cobra la casa oficial por cambiártela o hacer tu mismo el apaño.
Algunos datos técnicos sobre el Aladin Pro:
*Altitud:
Compensa la altura en 4 pasos: 905, 815, 725, y 610 mbar más o menos equivalente a 1000, 2000, 3000 y 4000 metros
* Profundidad máxima:
No hay límites en inmersiones con aire comprimido.
* Temperatura en uso:
Desde los -10 a los 50Cº
* Unidades
Puede mostrar tanto sistema métrico decimal como imperial (que puede ser establecido a través del interface del PC)
* Funciones de Log
Muestra en pantalla las últimas 19 inmersiones realizadas
Usando la interfaz del PC se pueden descargar la información de 37 inmersiones y los últimos 200 minutos de buceo realizados, con muestras tomadas cada 20 segundos. La fecha y la hora de inmersión se basa en la propia hora de descarga del PC, con la posibilidad de modificar la zona horaria opcionalmente.
Existe también una memoria externa, el MemoMouse que puede almacenar de perfiles de inmersión

Pantalla del Aladin

Imagen de ejemplo del DataTrack, el interfaz del PC
Respecto a cómo cambiar uno mismo la batería, la información la saque de esta página en francés *click*
El material que se necesita es fácil en si de obtener:
- 1 batería de litio LR07 3,6 V, 2400 mA, tipo LS14500; cuesta unos 15 euros en cualquier tienda de electrónica.
- Aceite de parafina, que se puede adquirir en farmacias.
- Un soldador y estaño.
- Algunas herramientas pequeñas (destornillador, cutter...).

Abrir la tapa exterior con un destornillador plano o cuchillo por ambos lados.
Paso 1
  Retirar con cuidado la protección de goma para no producirle gritas, cortes o agujeros.
Paso 2
 Aquí se muestra el interior con la batería a reemplazar, hay que escurrir el aceite que hay en el interior del equipo.
Paso 3
Soltar las patillas (que estan soldados) que fijan la batería, sin forzar en exceso, utilizando un cutter por ejemplo.
Paso 4
Imagen del ordenador ya sin batería, donde se aprecian los polos + y - impresos en el circuito.
Paso 5
Ya la nueva batería insertada, ¡cuidado con respetar las polaridades!
Paso 6
El momento más delicado: soldar las patillas de nuevo a la batería teniendo extremo cuidado con la carcasa plástica y el circuito eléctrico.
Paso 7
 Detalle de la soldadura.
Paso 8
La pantalla marcará "error" antes de resetear el sistema utilizando un alambre como puente.
Paso 9
 Puente entre el borne positivo y el tercer terminal del circuito.
Paso 10
Antes de cerrar definitivamente, sumergir todo el ordenador en parafina y dejar que se cubra, teniendo especial cuidado con evitar burbujas (que ya sabemos lo que pasaría si bajásemos y volviéramos a subir después...)
Paso 11
 Et voíla!!! si todo está bien hecho en la pantalla aparecerá índice de batería 99%.

El proceso en si no parece especialmente complicado, si se toman las debidas precauciones; pero yo personalmente reconozco que no me atrevería a tal cosa, pues -en mi consideración- es muy fácil cargarse la estanqueidad del aparato o que se te quede alguna burbuja escondida dentro que luego te cause estragos. También se puede encontrar en diversos foros y paginas de anuncios gente que se ofrece a realizar dichos cambios por un precio considerablemente mas barato que la casa oficial, pero claro... ¿con que garantías?

Bueno, cada cual que sopese los pros y los contras y que escoja la decisión que crea mas oportuna :-)


03 septiembre, 2010

El comienzo

Durante bastante tiempo he estado buscando infructuosamente Blogs de gente que, como yo, sea un apasionado del mar, las profundidades y el buceo; pero la mayoria o llevaban ya mucho tiempo sin ser actualizadas o no me transmitian mas que una sensación de ser meras paginas con información tipo "revista de ciencia" o con un matiz "comercial"...


Pero no encontre nada que apenas me llegase: ni experiencias personales, ni ideas ni nada que fuese espontaneo ni cercano, nada con lo que pudiera si quiera identificarme un poco...

Y con esta idea me propongo lanzar este Blog; no para reseñar una nueva y modernisima maquina para el buceo técnico o hablar de cosas complejisimas que, siendo francos, un buceador deportivo no va a tener que saber ni experimentar nunca. Me porpongo hablar y comentar cosas mas cercanas, hecho que atodos nos puede alcanzar, ideas practicas, opiniones y sugerencias que si podamos llevar a la práctica o que al menos aporte algo.

Preparad y revisad bien vuestro equipo...
C.H.A.P.O...
y al agua!!!